VENTURÍN UN LIBRO ESPECIAL
Érase una vez el país de los libros llamado Bibliolandia en el que vivía un libro de aventuras al que todos los demás libros le llamaban “Venturín”. Era de tamaño alargado, no con mucha hojas pero si con muchos dibujos que lo convertían en el libro preferido de todos los niños y niñas del lugar.
Tenía dos buenos amigos, uno gordo y de muchas letras al que todos llamaban “Novelón”, y otro muy divertido y juguetón llamado “Tebereto”.
Los tres amigos eran muy divertidos y siempre estaban juntos, pero un día “Novelón” cayó en las manos de un niño al que no le gustaba leer y comenzó a arrugar sus hojas y a juntar sus pastas. “Venturín” observaba muy enfadado el trato que aquel niño le estaba dando a su gran amigo y de pronto se le ocurrió una gran idea. Habló con todos los libros que se apilaban en las estanterías de la biblioteca y de pronto… Se escucho un estruendo, todos comenzaron a caer encima de aquel travieso y de dio tal susto que comenzó a correr con cara desencajada. Fue tal la sorpresa que se llevó, que desde entonces no pasa un solo día sin que recuerde que los libros no son para estropearlos sino para aprender y disfrutar con ellos.
¡LECCIÓN APRENDIDA!. ANDRÉS FUENTES 3º A
FAUSTO Y EL PAIS DE LOS LIBROS
Érase una vez el País de los Libros, llamado BIBLIOLANDIA. En el que vivía un niño llamado Fausto, que era un poco feo, pero muy inteligente. Todas las personas del país Bibliolandia, tenía un gran amor a los libros, poesías, cuentos, matemáticas…Así no desaparecerían esos conocimiento de ninguna manera, formaban, una biblioteca viviente. A Fausto no lo querían y se reían de él.
Todos los niños, le daban de lado, por lo que casi nunca salía de su casa por vergüenza.
Por eso se pasaba horas y días leyendo libros de cuentos, de naturaleza, matemáticas… Pues para él eran sus mejores amigos y no se reían de él. Fausto fue leyendo y estudiando todos los libros, pues eran sus amigos y no se reían de él como los niños del colegio. Un día salió de excursión al campo con el colegio y le mordió una serpiente a un compañero, en ese momento, nadie sabía qué hacer, pues ninguno había leído sobre ellos.
Gracias a su empeño por saber, supo que hacer, y salvó al niño. Desde entonces, todo el mundo quería ser su amigo y estar a su lado.
Con esto le dieron a entender que había cosas más bellas y útiles que no se ven: “SABIDURÍA Y HUMILDAD” . ANA OCAÑA 3º A
RESPETO
Érase una vez el país de los libros llamado Bibliolandia, en el que vivían dos familias, que siempre estaban enfrentadas. Una era la familia de los librieducativos y la otra familia se llamaba los libriaventuras. Sus enfados eran porque hacía ya un tiempo estas conocieron a un ser de otra planeta, que decía ser un niño. En la primara visita del niño a Bibliolandia este decidió alojarse en casa de los libriaventuras. En la cual fue muy bien acogido y aprendió que no había que viajar, para ir con la mente a miles de lugares y conocer a muchos personajes.
En la segunda visita del niño a Bibliolandia se alojo en casa de los librieducativos, los cuales eran muy cultos y aprendió muchos conocimientos, en el tiempo que vivió con ellos. El enfrentamiento entre ellas era porque las dos familias querían que el niño se quedara a vivir con ellos para que no se pelearan más por él.
Todos los días los visitaría en Bibliolandia y un día aprendería las cosas buenas de unos y otro día las aprendería de los otros. Y así todos fueron felices y colorín colorado este cuento se ha acabado. CARMEN RIZZO 3º B
BIBLIOTELANDIA
Érase una vez el país de los libros llamado “Bibliotelandia” en el que vivía muchos libros y algunos niños. Pero un día los niños decidieron no leer y los libros empezaron a llora y sus hojas empezaron a caerse y se fueron rompiendo. Debido a esto los niños no sabían ni en el día en que vivían
Todos los niños decidieron aprovechar el fin de semana para salir con las bicis por el campo. ¡Pero si no tenemos libros no sabremos qué tiempo hará!- dijo uno de ellos. Tenemos que hacer hasta lo imposible por encontrar algún libro- dijeron. Empezaron a buscar por todos los rincones y para suerte de ellos uno de los libros estaba plastificado y no llegó a romperse.
Desde ese día todos los niños del pueblo entendieron que había que leer y todas las noches antes de acostarse leían y rato. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
JOSÉ MANUEL CURADO 3ºB
